La metodología de mi escuela de violín se fundamenta en los principios de enseñanza del maestro Iván Galamian, uno de los grandes pedagogos del violín del siglo XX , quien además de haber contribuido a sintetizar y sistematizar los aspectos técnicos más relevantes del instrumento, se interesó en investigar a fondo didácticas y estrategias que le permitieron trascender las dificultades en la comunicación con cada alumno, logrando transmitir con gran claridad y solvencia sus conocimientos y reflexiones en torno al violín.
Siguiendo los pasos de este maestro, me preocupo muy especialmente por el individuo alumno, observando sus características y potenciales para extraer lo mejor de cada uno, a través de la empatía y el respeto.
Por otra parte, aplico probados recursos de enseñanza que permiten a cada alumno ir avanzando gradualmente, sabiendo hacia dónde se dirige. En el caso del violín clásico, el principal de ellos es el curso en ocho niveles, diseñado y recientemente aprobado por el Trinity College de Londres (2016-2019), una de las más importantes entidades en educación musical del Reino Unido.
Para el violín celta (irlandés, escocés e inglés), me apoyo en la obra de Kathleen Nesbitt (Tipperay, Irlanda), Christine Martin (Edimburgo) y Peter Cooper (Londres), a quienes considero referentes ineludibles en la investigación, recopilación y edición del material musical celta escrito que se conozca.
En estos casi veinte años dedicados a la enseñanza del violín especializada en adultos, mis reflexiones confluyen hacia temas que tienen que ver con la necesidad de contribuir a una forma personalizada de la enseñanza, en donde el individuo sea el foco, procurando conocer al alumno, saber de sus anhelos respecto al violín, adentrarme en sus gustos musicales, y descubrir sus potencialidades y rasgos, para así ir definiendo un camino, transitable y progresivo, que satisfaga sus inquietudes y le permita alcanzar sus objetivos.